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Arquitectos: Architecturestudio
- Área: 3700 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Javier Augustin Rojas
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Proveedores: Kuraray
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En Buenos Aires, en el barrio de Palermo en plena mutación, este edificio de oficinas permite imaginar nuevas formas de trabajar bajo el clima privilegiado de esta región templada de América del Sur. El trazado urbano de la ciudad, heredado de la colonización española representa un inmenso tejido ortogonal que se ha desarrollado desde el centro hasta las zonas periféricas. Esta retiicula esta compuesta por cuadras regulares, formadas ellas mismas de parcelas de 8,66 m de ancho.
El barrio de Palermo era un área suburbana de la ciudad a principios del siglo XX . Fue durante mucho tiempo una parte olvidada del desarrollo y del dinamismo de Buenos Aires. En las últimas décadas esta zona se ha convertido, en el teatro de una renovación urbana de gran envergadura. Este desarrollo heterogéneo es fruto de una alternancia de periodos fastuosos y profundas crisis económicas acompañados de modificaciones en la normativa urbana. El tejido tridimensional construido es una combinatoria manzanas muy diferentes que alternan casas "chorizo*", talleres, edificaciones industriales antiguas y edificios altos de viviendas de propiedad horizontal construidos a partir de los años 60.
Jack Green, el cliente, encargó a Architecturestudio un proyecto para un solar entre medianeras, en una de estas manzanas típicas del tejido, sobre la calle Soler. El predio está conformado por dos parcelas de un ancho total de 16,32 m y está rodeada por edificios de distintas alturas, uno de los cuales supera el límite máximo permitido por la normativa vigente.
Un volumen esculpido por las limitaciones del sitio. El proyecto es el resultado de un estudio contextual y, en particular, de la confrontación de la morfología de la manzana, de la normativa urbana y de la exposición de las masas construidas expuestas a la radiación solar. Una nueva regla urbana nos ha dado la posibilidad de iniciar un diálogo con los responsables municipales. El proceso de diálogo tiene como objetivo hacer que desaparezcan las medianeras ciegas; sustituyéndolas por nuevas fachadas. De este modo, se ha autorizado que el gálibo del edificio en una de sus dos parcelas supere la altura reglamentaria máxima hasta alcanzar la altura del edificio de medianera más alta. Esta alineación y la continuidad de las fachadas garantiza una inserción urbana armoniosa. La voluntad de continuidad de los distintos planos de fachada nos ha llevado a unir distintos volúmenes, edificios linderos, balcones y terrazas con una envolvente definida por un juego preciso de líneas rectas y curvas unidas de forma tangencial.
La casa chorizo es un prototipo de casa construida a finales del siglo XIX y comienzos del XX en una época con un gran flujo migratorio que llegaba a Buenos Aires. Una disposición de media Domus romana se prolongaba de forma lineal en la parcela. El proyecto es el resultado de un estudio contextual y, en particular, de la confrontación de la morfología de la manzana, de la normativa urbana y de la exposición de las masas construidas expuestas a la radiación solar. La voluntad de continuidad de los distintos planos de fachada nos ha llevado a unir distintos volúmenes, edificios linderos, balcones y terrazas con una envolvente definida por un juego preciso de líneas rectas y curvas unidas de forma tangencial. La envolvente que da continuidad de los distintos planos de fachada es en una doble piel formada por láminas acristaladas, giratorias y serigrafiadas. Permite regular la entrada de sol y prolongar las superficies planas hacia el exterior, lo que ofrece un nuevo espacio bioclimático.
Un edificio terciario que ofrece las mejores condiciones de confort a cada usuario. Tras realizar un estudio exhaustivo sobre la incidencia del sol, la envolvente se convirtió en una segunda piel formada por láminas acristaladas, giratorias y serigrafiadas de 30 cm de ancho. Regula los aportes térmicos producto de la radiación solar y ofrece la prolongación del espacio de oficinas hacia el exterior generando así un espacio bioclimático.
En el clima templado de la ciudady gracias a la modificación de las formas de trabajo en la era de la revolución digital, hemos imaginado un lugar en el que cada ocupante pueda encontrar las mejores condiciones de confort para trabajar. De este modo se le abren varias posibilidades: Instalarse en su despacho de “forma clásica”, aislado del exterior, Abrir completamente las superficies acristaladas y, gracias a la protección de las láminas verticales móviles, tener la impresión de estar en el exterior aprovechando el confort interior, Crear un espacio de trabajo más informal en el balcón, protegido por estas dos pieles, ventilado de forma natural y en contacto con los medios naturales.
Un periscopio como columna vertebral. Con el fin de valorizar el vínculo entre los distintos niveles del edificio y crear una sinergia entre los equipos de trabajo, el núcleo de circulación vertical, ubicado en el epicentro del edificio, está concebido como un verdadero periscopio. Dispone de iluminación natural gracias generosas aberturas y una gran ventana urbana abre nuevas perspectivas hacia la ciudad a los diferentes usuarios. Es asi que el periscopio se transforma en una paseo arquitectónico (promenade architecturale). Totalmente envuelto en ladrillos de cristal, es pues un lugar iluminado de forma natural y agradable de recorrer, que favorece los cruces, los intercambios y los encuentros informales. Los ladrillos de vidrio permiten además ofrecer una iluminación natural en las partes planas más alejadas de las fachadas.
Form follows energy, Un diseño paramétrico. En nuestro laboratorio de reflexiones paramétricas cruzamos los datos medioambientales con los parámetros del proyecto para diseñar y optimizar nuestras realizaciones. Las fachadas curvas proceden de una cartografía de aportes solares recibidos en cada una de las láminas verticales móviles. Cinco serigrafías diseñadas mediante campos de fuerza reproducen reflejos y transparencias. Un proceso generativo en una trama regular introduce un orden aleatorio que anima la fachada de forma sutil.
En la planta baja, en la calle Soler, el periscopio indica la puerta de entrada del garaje situado en el subsuelo . A ambos lados, acompañado por las ondulaciones de la fahada,se abren el recibidor de entrada y un espacio libre para acondicionar como desee el futuro ocupante, que puede ser, por ejemplo, un showroom y disponer de un doble acceso, tanto desde la calle Soler como desde el interior del edificio o hacia el jardín.
La huella de la doble parcela se lee en la planta del edificio. La articulación entre dos volúmenes (uno de 5 plantas y otro de 8) de altura diferente , el desarrollo de balcones y amplias ventanas al patio de la cuadra permiten maximizar las fachadas de este espacio estrecho. El laboratorio de reflexión paramétrica de Architecturestudio ha permitido articular las variables medioambientales a los aspectos formales. Las fachadas curvas proceden de una cartografía de aportes solares recibidos por cada una de las láminas verticales móviles. Cinco serigrafías producen 10 láminas diferentes. En una trama regular, las lamas se alternan en un orden aleatorio que anima la fachada urbana de forma sutil. La apertura de las láminas móviles, agrupadas en 4, permite controlar los aportes solares tanto para el interior del edificio como para los espacios intermedios y semiexteriores. El movimiento de las láminas verticales de vidrio, los distintos grados de transparencia y los rayos del sol crean un fachada viviente. Ella se transforma de manera constante, al ritmo de las estaciones y del día. Esta doble piel permite filtrar 74 % de los aportes solares, disminuyendo de forma importante el consumo energético del edificio.